Post by srobles on Apr 3, 2006 22:16:58 GMT -5
Reclamos complican el proceso para adopciones
Lunes, 3 de abril de 2006
Por Marga Parés Arroyo
end.mpares@elnuevodia.com
Adoptar en Puerto Rico sería mucho más sencillo de lo que actualmente es si los interesados no exigieran ciertas características en los menores, como que tengan menos de cinco años y sus padres biológicos no sean adictos, dijeron ayer dos expertos en este tema.
Félix Correa, presidente de la Asociación Puertorriqueña de Padres Adoptivos (APPA) y la especialista en adopción Elizabeth Díaz, del Departamento de la Familia, dijeron que los padres que buscan adoptar en Puerto Rico quieren bebés “Gerber”, o sea perfectos, y con ésos el proceso suele ser mucho más largo.
“Mientras más bebé lo deseen, más va a tardar el proceso”, dijo Correa, padre de tres niños adoptivos, durante la inauguración ayer de la nueva sede de la APPA en San Juan.
El proceso de adopción en Puerto Rico ha sido tildado de extremadamente difícil. Pero los que hablaron ayer dijeron que quienes así lo ven es porque en el fondo desconocen las implicaciones del proceso.
“Lo que pasa es que no existe una orientación. Ahí es que entramos nosotros (la APPA)”, dijo Correa, quien, además de presidir la APPA, dirige la Alianza Nacional Pro Adopción, que agrupa a las seis organizaciones de padres adoptivos que existen en el país.
Según explicó, la propia APPA, cuyos orígenes datan del 2003, surge ante la recomendación que se le hizo al Departamento de la Familia, durante una auditoría federal, de crear entidades que orienten y asistan a las familias interesadas en adoptar, así como a los padres adoptivos.
Por otra parte, Correa reconoció que la escasez de personal en el Departamento de la Familia entorpece el proceso.
“El sistema (de adopción) tiene que estar computadorizado y por lo menos desarrollar un foto listado o unas reseñas (de los menores disponibles para adopción)”, sostuvo Correa.
El activista dijo que parte del problema lo constituye también la tardanza en retirarle la patria potestad del menor a sus padres biológicos y liberarlo para que sea entregado en adopción.
Según explicó, el menor suele ser colocado en hogares temporeros mientras Familia le otorga de dos a tres años a los padres para darles oportunidad a que se rehabiliten.
Por su parte, Díaz comentó que actualmente hay 176 familias interesadas en adoptar en lista de espera y 59 menores disponibles para adopción entre las edades de 8 a 14 años. Agregó que desde julio del año pasado al presente 256 menores han sido dados en adopción, 147 de los cuales estaban bajo la custodia de Familia.
Entre las familias adoptivas que participaron ayer en la actividad se encontraba el matrimonio de Iana Oliveras y Gerardo Rivera, junto a la niña Arantxa, de seis años, a la cual adoptaron hace dos años en un proceso que inició desde que la niña contaba con dos años y siete meses.
“En nuestro caso fue un proceso contencioso, porque tuvimos que ir al tribunal porque un familiar la reclamaba. Pero no me arrepiento, lo haría otra vez”, dijo Oliveras.
Lunes, 3 de abril de 2006
Por Marga Parés Arroyo
end.mpares@elnuevodia.com
Adoptar en Puerto Rico sería mucho más sencillo de lo que actualmente es si los interesados no exigieran ciertas características en los menores, como que tengan menos de cinco años y sus padres biológicos no sean adictos, dijeron ayer dos expertos en este tema.
Félix Correa, presidente de la Asociación Puertorriqueña de Padres Adoptivos (APPA) y la especialista en adopción Elizabeth Díaz, del Departamento de la Familia, dijeron que los padres que buscan adoptar en Puerto Rico quieren bebés “Gerber”, o sea perfectos, y con ésos el proceso suele ser mucho más largo.
“Mientras más bebé lo deseen, más va a tardar el proceso”, dijo Correa, padre de tres niños adoptivos, durante la inauguración ayer de la nueva sede de la APPA en San Juan.
El proceso de adopción en Puerto Rico ha sido tildado de extremadamente difícil. Pero los que hablaron ayer dijeron que quienes así lo ven es porque en el fondo desconocen las implicaciones del proceso.
“Lo que pasa es que no existe una orientación. Ahí es que entramos nosotros (la APPA)”, dijo Correa, quien, además de presidir la APPA, dirige la Alianza Nacional Pro Adopción, que agrupa a las seis organizaciones de padres adoptivos que existen en el país.
Según explicó, la propia APPA, cuyos orígenes datan del 2003, surge ante la recomendación que se le hizo al Departamento de la Familia, durante una auditoría federal, de crear entidades que orienten y asistan a las familias interesadas en adoptar, así como a los padres adoptivos.
Por otra parte, Correa reconoció que la escasez de personal en el Departamento de la Familia entorpece el proceso.
“El sistema (de adopción) tiene que estar computadorizado y por lo menos desarrollar un foto listado o unas reseñas (de los menores disponibles para adopción)”, sostuvo Correa.
El activista dijo que parte del problema lo constituye también la tardanza en retirarle la patria potestad del menor a sus padres biológicos y liberarlo para que sea entregado en adopción.
Según explicó, el menor suele ser colocado en hogares temporeros mientras Familia le otorga de dos a tres años a los padres para darles oportunidad a que se rehabiliten.
Por su parte, Díaz comentó que actualmente hay 176 familias interesadas en adoptar en lista de espera y 59 menores disponibles para adopción entre las edades de 8 a 14 años. Agregó que desde julio del año pasado al presente 256 menores han sido dados en adopción, 147 de los cuales estaban bajo la custodia de Familia.
Entre las familias adoptivas que participaron ayer en la actividad se encontraba el matrimonio de Iana Oliveras y Gerardo Rivera, junto a la niña Arantxa, de seis años, a la cual adoptaron hace dos años en un proceso que inició desde que la niña contaba con dos años y siete meses.
“En nuestro caso fue un proceso contencioso, porque tuvimos que ir al tribunal porque un familiar la reclamaba. Pero no me arrepiento, lo haría otra vez”, dijo Oliveras.